EL PASTOR ALEMÁN

El Perro Pastor Alemán es atento, obediente, entusiasta, y seguro de sí mismo; está siempre alerta y nunca tiene miedo.
Son
alegres y siempre con ganas de aprender, son inteligentes, tiene
una alta capacidad de comprensión. Son fáciles de adiestrar.
De
aspecto noble y carácter leal, es un perro extremadamente fiel y
valiente, no se lo va a pensar dos veces antes de dar la vida por su
familia.
Desde
el punto de vista doméstico, los pastores
alemanes son
compañeros y animales de compañía muy queridos, les encanta estar
cerca de su familia.
Aunque
se lleva muy bien con los niños, a veces no sabe medir su fuerza.
Es
una raza que necesita estar cerca de su gente y no se les debe dejar
solos durante largos periodos de tiempo.
Es
un perro vigilante y un poco desconfiado con los extraños.
Aunque
no es miedoso, sensible o blando le gusta recibir elogios y caricias
de su dueño.
Si
se les proporciona la estimulación física y mental que requiere su
inteligencia, el Pastor
Alemán les
proporcionará una vida llena de fidelidad, obediencia y
satisfacción. Tiene un gran sentido de la protección.
Necesita
grandes espacios para descargar la necesidad de hacer ejercicio
físico diario.
Requiere
largos paseos diarios para quemar todas sus energías y es
recomendable proporcionarle sesiones de juego para que se sienta
útil.
No
es un perro adecuado para vivir dentro de casa pero es muy adaptable
y puede llegar a acostumbrarse a la vida de interior.
Esta
raza a menudo se utiliza como perro de trabajo, ha sido muy
utilizado, ya sea en servicios humanitarios de lo más variados
(perro policía, lazarillo, de rescate, detector bombas y drogas…)
como en el cine.